“Felipe Solá nunca compró ni alquiló el partido País. Estuvimos en conversaciones pero se terminaron cuando exigieron que la conducción renunciara e ingresara gente de su confianza”, aclaró muy furioso a LPO Juan Ruiz, abogado, correntino y apoderado nacional de esa fuerza, inventada por José Octavio Bordón para competir en 1995 y buscada por políticos con nombre pero sin marca.

No es el único dato que aporta: lejos de Solá, negocia participar en la interna del peronismo federal que arman Eduardo Duhalde y los Rodríguez Saá, que entre sus objetivos tiene, justamente, el de enterrar las aspiraciones presidenciales de Solá.

En las pasadas elecciones parlamentarias Solá sufrió mucho la falta de un partido en el frente Unión Pro que creó con Mauricio Macri y Francisco De Narváez. Su impericia lo obligó a terminar viendo como eventuales aliados armaban las listas a sus espaldas.

Para evitar que eso se repita, el año pasado se acercó al partido Política Abierta para la Integridad Social (PAIS), que ostenta el privilegio de ser una de las pocas fuerzas con reconocimiento en cinco provincias, lo necesario para ser reconocida a nivel nacional según la ley electoral sancionada a las apuradas en 2009 por presión de Néstor Kirchner.

Voceros y dirigentes cercanos a Solá informaron durante la primera parte de 2010 que el diputado se había convertido en el mandamás de País, por lo que tenía ya con armas propias para pelear en un futuro frente electoral.

Ruiz dice que, en realidad, eso nunca ocurrió y que intentó sin éxito que todos los medios lo desmintieran. “A Solá le presentamos un programa de diez puntos que fue aceptado pero después no se cumplió”, resumió.

Desde el felipismo cuentan otra cosa: “Ellos no tenían los papeles en regla y encima exigían candidaturas importantes para dirigentes inexistentes. Y por si fuera poco, tampoco controlaban a todos sus referentes provinciales”, contó a LPO un diputado cercano a Solá que supo de las negociaciones frustradas.

Ruiz no niega que hayan reclamado futuros espacios de poder. “No es que íbamos detrás de cargos, sino que en los distritos donde tenemos representación queríamos tener candidatos”, responde.

Para la justicia, País existe en Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Capital Federal y Buenos Aires, donde fue intervenida años atrás porque, reconoce Ruíz, “algunos dirigentes tuvieron problemas de conducta”.

País nació con la aventura presidencial de José Octavio Bordón, quien en 1995 quedó segundo detrás de Carlos Menem y con la nada despreciable cosecha de cinco millones de votos.

Bordón volvió al PJ de inmediato pero varios aprovecharon su legado y mantuvieron su sello para seguir en la política. Uno de ellos fue el sanjuanino Gerardo Conte Grand, diputado por el partido País y padre de Esteban, uno de los asesores de Solá. Esa habría sido la punta que inició una negociación destinada al naufragio.

En el nuevo siglo, sin partidos políticos predominantes, el sello de Bordón fue uno de los tantos ansiados por dirigentes con imagen pero sin estructura formal ni legal.

El negocio fue tan simple como repetido en las últimas elecciones. Partidos olvidados formaron alianzas sustentadas en un candidato fuerte, quien así podía multiplicar listas en provincias y distritos.

Conocedores de esta demanda, apoderados de esos sellos comenzaron a comercializarlos sin reparos. Y como en todo mercado, una mayor demanda fue aumentando el precio de la oferta, que tuvo su pico en las apresuradas elecciones legislativas de 2009.

“Sabemos hay partidos que se venden, pero nosotros nunca lo hicimos. Ni nos ofrecieron nada. Lo mantenemos con nuestros propios recursos”, se defiende Ruiz. Explicada su lejanía de Sola, no le escapa a un breve cuestionario electoral de LPO,

-Si tienen un partido electoral reconocido, con doctrina y sin ambición de cargos ¿Por qué no se presentan sin alianzas? ¿Acaso la izquierda no marca presencia de esa manera?

-Bueno, es que a nosotros no queremos ser un partido testimonial

-¿Cuál es el proyecto de País para 2011?

--Falta mucho. Estamos viendo la posibilidad de participar en el peronismo federal

-Pero si ya se anunció el frente entre el partido de Duhalde (Unión Popular) y de Rodríguez Saá (Es Posible)

-Si. Nosotros nos hemos reunido con algunos operadores de Duhalde y de Rodríguez Saá. Queremos tener una participación formal. Firmar un acuerdo. Hoy las negociaciones están en stand by, porque han quedado pendientes un par de cosas. Tenemos que ver por ejemplo como van a ser las internas regionales. Es algo muy genérico, hay que ver como van a ser. Falta definir si a la conformación de esa lista le interesa la integración del partido País o no.

-¿Ustedes se acercaron a ellos o ellos a ustedes?

-Nosotros nos acercamos.

-Se sienten identificados con el peronismo federal

-Si, claro. Somos todos peronistas.

-¿Entonces están esperando que los inviten a participar formalmente?

-¡Formalmente o informalmente! Nos tenemos que sentar a discutir las condiciones en las que vamos a participar.

Termina desplegando toda su experiencia electoral, sobre todo para el armado de alianzas. “Hace muchos años que estamos en política. Somos concientes de nuestra debilidad y de las debilidades de las estructuras tradicionales. Así que queremos armar algo que tenga proyección en el futuro. Que no sea pan para hoy y hambre para mañana”, concluyó. Con Solá no consiguieron eso que deseaban. Tal vez, con Duhalde lo encuentren.